Cuba en la Era de Raúl Castro: Reflexiones del experto Carmelo Mesa-Lago

October 12, 2016

El doctor Carmelo Mesa-Lago tiene una amplísima trayectoria académica. Es catedrático de Servicio Distinguido Emérito en Economía y Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Pittsburgh; profesor, investigador visitante y conferencista en cuarenta países; autor de noventa y dos libros y más de trescientos artículos académicos publicados en siete idiomas en treinta y cuatro países. Mesa-Lago participa activamente en diferentes organizaciones, como la Asociación de Estudios Latinoamericanos -de la cual fue presidente-, la Academia Nacional de Seguridad Social de los Estados Unidos, y los consejos editoriales de seis revistas académicas. Ha sido reconocido por la Organización Internacional del Trabajo, la que lo galardonó en 2007 con el Premio al Trabajo Decente, mención compartida con Nelson Mandela.1 Más recientemente, este año Mesa-Lago fue seleccionado por el medio digital Esglobal entre los 50 iberoamericanos más influyentes en el mundo.

 

Reformas Necesarias pero no Suficientes

Según Mesa-Lago, quien hace más de 50 años ejerce como especialista en economía y bienestar social de América Latina, las reformas impulsadas en Cuba desde la asunción de Raúl Castro en 2008 son positivas. Sin embargo, en opinión del catedrático, “van a paso muy lento, enfrentan excesivas regulaciones y controles, y son insuficientes para resolver los problemas acumulados en más de cinco décadas de socialismo real”.

Durante los últimos diez años han ocurrido cambios trascendentales en Cuba. En agosto de 2006, Fidel Castro pasó el poder a su hermano Raúl. El 26 de julio de 2007, Raúl planteó los problemas económicos del país y advirtió que demandaban reformas estructurales. En febrero de 2008, Raúl fue elegido presidente del Consejo de Estado y del Consejo de Ministros, y en abril de 2011 asumió como primer secretario del Partido Comunista. Las reformas se iniciaron en 2007, se aceleraron en 2011 y continúan desarrollándose en la actualidad.

¿Cuál es el balance tras ocho años de Raúl en el poder? ¿Qué ha cambiado en este tiempo? ¿Cuáles son las consecuencias de estos cambios? Carmelo Mesa-Lago es uno de los especialistas más indicados para responder estas preguntas. 

 

Pragmatismo Revolucionario

Raúl ha introducido más de cien reformas económicas orientadas hacia el mercado, de tipo estructural y no estructural, en lo que podrían considerarse los cambios más importantes bajo la revolución.

“Las reformas no estructurales, es decir aquellas que no cambian la naturaleza del sistema, fueron el pago de deudas estatales a campesinos, el aumento en los precios de venta forzosa al Estado de parte de su producción (acopio), y la venta de insumos a campesinos; el establecimiento de un permiso para el transporte privado de pasajeros y carga; la supresión del tope salarial, la autorización del pluriempleo, el abono de parte del salario en divisas, y el trabajo por resultado (destajo). En lo que respecta a las pensiones, la reforma de 2008 aumentó la edad de retiro en cinco años, pero el déficit financiero que es sufragado por el Estado aumentó de 40% a 44% en 2008-2013, en parte debido al envejecimiento demográfico que es el mayor después de Uruguay. Finalmente, está el acceso de cubanos a hoteles y restaurantes para turistas extranjeros”, comenta Mesa-Lago.

“Por su parte, existen importantes reformas estructurales que sí cambian en algo el sistema económico, como la entrega en usufructo de tierras estatales ociosas; la cesantía de empleados estatales innecesarios; el fomento de trabajos no estatales (cuenta propia, cooperativas de producción no agrícola y servicios) para ocupar a los parados; la eliminación de “gratuidades” (como la escuela secundaria en el campo y las universidades municipales); la extracción gradual de artículos del racionamiento subsidiados y su venta a precios de mercado cuatro veces más altos; la reducción en gastos de servicios sociales financieramente insostenibles; la autorización de compraventa de viviendas y de coches; la reforma tributaria que establece un impuesto progresivo a la renta; y el establecimiento de un mercado mayorista para el sector no estatal”.

Mesa-Lago precisa que las reformas estructurales son parte de la “actualización del modelo acordada en el VI Congreso del Partido en 2011”. Sin embargo, pasaron dos años antes de que el Gobierno nombrase una comisión para implementar las reformas, y los parámetros fijados por el Congreso resultaron ser más tímidos que lo que el ala reformista esperaba. Se mantuvo el predominio del plan central sobre el mercado, así como de la empresa estatal por sobre la no estatal. El Dr. Mesa-Lago recuerda que “ese modelo de hecho fue experimentado sin éxito en varios países de Europa Oriental antes de la desaparición del campo socialista, así como en Cuba bajo las tímidas reformas de los años 70 y 90”.

Respecto a los desafíos, el especialista es categórico: “Están pendientes una serie de cambios estructurales fundamentales, necesarios para el éxito de los ya emprendidos. Se anuncia una nueva etapa de reformas, más compleja y profunda, para el resto de 2014 y 2015. Entre ellas está la desregulación de las grandes empresas estatales (como minería y manufactura), la creación de un fondo con 50% de las utilidades de las empresas para reinversión y aumento de salarios, y el cierre de aquellas empresas que arrojan pérdidas. La inversión interna en Cuba promedia 11% del PIB, la mitad que en América Latina y el gobierno ha anunciado que necesita entre 2,000 y 2,500 millones de dólares anuales de inversión".

"Durante dos años se anunció una nueva ley de inversión extranjera más flexible que la anterior de 1995. Finalmente, la ley se promulgó en 2014, y presenta algunas ventajas como la extensión de la inversión foránea a todos los sectores (salvo educación, salud y fuerzas armadas), así como exenciones de impuestos, pero manteniendo ciertos desincentivos, como impedir la contratación directa y pago de salarios al personal, lo que debe hacerse por una agencia estatal”.

Según Mesa-Lago, “hay un acuerdo extendido en el campo académico y en la sociedad civil respecto a la eliminación de la doble moneda porque genera distorsiones en la economía y castiga a la población, a la que se paga en CUP, pero debe comprar en CUC la mayoría de los bienes de consumo”.2 Según Marino Murillo, encargado de la implementación de los acuerdos del VI Congreso del Partido y ministro de economía, la aplicación puramente técnica de la unificación provocaría un alza enorme de precios, por lo que rechazó la terapia de choque. Mesa-Lago está de acuerdo con Murillo, aunque enfatiza “la necesidad de unificar y fijar de manera realista la tasa de cambio. Se dictó una resolución a mediados de 2014 que anuncia una 'hora cero' en que comenzará la unificación, pero no se sabe cuando será. Por último, se requiere una reforma integral de precios para que éstos reflejen los valores reales, lo que probablemente conduciría a una escalada de precios”.

De acuerdo al Dr. Mesa-Lago, “las reformas de Raúl están bien orientadas y han logrado mejoras, pero están obstaculizadas por excesivos controles y regulaciones, así como altos impuestos. Por ejemplo, las reformas aumentaron las ocupaciones por cuenta propia, permitieron contratar empleados sin límite y abrir cuentas bancarias. Sin embargo, a la vez subsisten muchas trabas: los profesionales no pueden ejercer por su cuenta, el aumento de la tasa del impuesto a la fuerza laboral, que sube de 25% a 75% según crecen los empleados contratados, penalizando a los que crean empleo; y fuerte oposición de la burocracia estatal, frecuentemente criticada por el mismo Presidente, Raúl Castro. Las cooperativas, por ejemplo, requieren cuatro instancias para su aprobación y la decisión final se deja al Consejo de Ministros”.

Sopesando distintos planos, el catedrático asegura que las reformas políticas son menores que las económicas. “Entre las reformas políticas están la liberación de más de cien presos de conciencia; la ley de migración con la salida y regreso de una veintena de disidentes; la fijación de dos mandatos de cinco años para cargos en el Gobierno y el partido; una campaña contra la corrupción con más de trescientos funcionarios y empresarios procesados, el reconocimiento de la persistente discriminación racial y de género y el nombramiento de varios representantes de ambos grupos en puestos del Gobierno y el partido; la designación de miembros de una nueva generación en posiciones clave; cierta apertura a la discusión y a la crítica (por ejemplo, las revistas Espacio Laical y Temas); y críticas a la burocracia y a la prensa oficial. Sin embargo, persisten el partido único, el control y la represión de disidentes, el monopolio de los medios de comunicación, los sindicatos subordinados al Gobierno, y la ausencia de derechos civiles y políticos”.

 

Saldo de las Reformas Económicas: entre la Esperanza y el Desencanto

Según Mesa-Lago, las reformas económicas van a paso lento y no están exentas de contramarchas. “En 2010 se estimó entre 1,5 y 1,8 millones el número de empleados estatales innecesarios que había que despedir. Frente a una meta de un millón en 2011, solamente 365.000 fueron despedidos en 2012 por no haberse creado suficientes empleos privados. En julio de 2014 había 472.000 trabajadores por cuenta propia, pero ello representa un 26% de la meta para 2015, lo que requiere cuadruplicar al número de cuentapropistas en un año. Hasta mediados de 2014 se habían autorizado 498 nuevas cooperativas de producción no agrícola y de servicios pero sólo la mitad estaba funcionando. Se distribuyeron 1,5 millones de hectáreas a 180.000 usufructuarios, pero entre el 33% y el 54% de la tierra entregada no estaba en producción mediados de año, y el 70% de los beneficiarios no tenían experiencia agropecuaria. Por último, se vendieron 133.000 viviendas entre 2011 y 2013, sólo un 3,6% del total”.

El Dr. Mesa-Lago reconoce que no hay efectos macroeconómicos positivos considerables. “El mismo Murillo se hizo eco de esta verdad en junio pasado, cuando sinceró que las reformas no habían conducido al necesario incremento de la producción. La producción agrícola total cayó o se estancó en cuatro de los últimos cinco años y ha estado por debajo del nivel de 2005; la producción agrícola azucarera continúa estancada en alrededor de 1,5 millones de toneladas, un quinto del promedio de los años 80. El crecimiento del PIB promedió 2% en 2009-2014, siendo unos de los más bajos en América Latina. En 2014 el PIB creció sólo 1,1%, la mitad de la meta”. El académico es categórico al respecto: “Las reformas emprendidas por el gobierno de Raúl Castro provocaron efectos sociales adversos y un aumento de la población vulnerable, al mismo tiempo que los beneficiarios de la asistencia social se recortaron en 86% en 2006-2013”.

Pese a las críticas a las reformas, el Dr. Mesa-Lago es moderado al analizar el desempeño de Raúl en el poder en estos últimos ocho años. “En mi opinión, han habido avances notables en la puesta en marcha de reformas económicas y, en menor cuantía, políticas. Las reformas son positivas, pero faltan varias cruciales, y las ya aprobadas van a paso lento, enfrentan obstáculos y excesivas regulaciones e impuestos que provocan desincentivos e impiden su progreso. Son insuficientes para resolver los problemas acumulados en más de cinco décadas de socialismo real”.

Finalmente, el entrevistado revela ciertas dudas sobre los cambios que se viven hoy en Cuba: “Raúl ha anunciado su retiro en 2018 y le quedan poco más de cuatro años para completar las reformas, pero insiste en que no hay que apurarse. El comercio y la ayuda económica venezolana ascienden a 20% del PIB cubano. La muerte de Hugo Chávez, el severo deterioro de la economía venezolana y la inestabilidad política bajo el Presidente Nicolás Maduro son serios riesgos que deberían ser acicates para agilizar y profundizar las reformas en Cuba”.

Nadie sabe lo que  ocurrirá en la isla. Es notable, sin embargo, que se estén haciendo cambios importantes en un país que parecía haberse quedado detenido en el tiempo.


Notas:

1 Para mayor información, visitar  http://www.mesa-lago.com/

2 Se refiere al peso nacional —o CUP— y el peso convertible o CUC; 1 CUC equivale a 25 CUP.

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Alfonso Buzzo
Born and raised in Argentina, I have been working in development for the last ten years in a local slum with crack addicts and homeless people. After moving to Pittsburgh, I am currently an MID candidate at Pitt. Development and Latin American Social Justice are my main concerns, and I am willing to spend some time working in Washington after graduation at either the World or Inter-American Development Bank.