Cinco consideraciones sobre la pregunta del plebiscito de mañana en Colombia

October 1, 2016

En estas líneas me detengo en la pregunta que mañana la ciudadanía de Colombia deberá responder en las urnas. Esta pregunta constituye un eslabón fundamental de todo un ciclo político cuya potencialidad es inconmensurable para el país (y, consecuentemente, para toda América Latina).  Mi afán aquí no es ni criticar al gobierno, ni debilitar el proceso plebiscitario, sino que, muy por el contrario, mi punto es simplemente contextualizar y señalar algunos errores de procedimiento que se podrían haber evitado. Así como percibo que se podría haber apelado a mayores cuotas de republicanismo en el proceso de redacción de la pregunta y explico el por qué, no dejo de subrayar mi optimismo frente la terminación del conflicto y el encuentro de soluciones institucionales ampliamente consensuadas.

Se acabó la incógnita, de acuerdo con el Decreto Presidencial #1391 del 30 de agosto de 2016, la pregunta del próximo plebiscito en Colombia será:

“¿Apoya usted el Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera?”

A pesar de no existir consenso sobre qué características debe tener una buena pregunta a la hora de tomar decisiones políticas, si hay acuerdo sobre sus generalidades: la pregunta tiene que ser clara, corta, neutra, sin sorpresas y sin omisiones. Consecuentemente, varios puntos llaman mí atención sobre la formulación de esta pregunta de acuerdo con el decreto presidencial.  

Como ya la literatura reconoce, la formulación de la pregunta no es neutral en ningún caso, pudiendo en determinados escenarios inclinar la balanza para uno de los dos lados del contencioso (Reilly 2010)1. En otras palabras, el resultado de un voto directo se puede tergiversar de diversas formas, pero uno de los aspectos más sutiles de una posible manipulación de los resultados consiste en la redacción de la pregunta.  La formulación de una pregunta puede afectar su respuesta de una manera oculta, casi imperceptible.  Así, a pesar de un recuento justo de los votos y libertad completa de los ciudadanos para comparecer a las urnas y optar por una alternativa en particular, la redacción de la pregunta se transforma en un tema fundamental ya que puede sesgar las actitudes de los votantes a la hora de responder sin que ellos se den siquiera cuenta (Altman 2011)2.

En estos próximos párrafos reaccionaré simplemente a la pregunta en específico la cual los ciudadanos de Colombia deberán responder el próximo 2 de octubre.  Es decir, aquí no me adentraré a otros aspectos cruciales de los acuerdos entre el Gobierno de Colombia y las FARC como arreglos específicos sobre tierras, intereses políticos, o soluciones institucionales.  Esto lo hago desde una perspectiva de mi disciplina, ciencia política, y reconociendo mis limitaciones en aspectos de lingüísticos atingentes al caso.

  1. Su génesis: llama la atención que habiendo invertido tantos esfuerzos humanos y económicos en el encontrar consensos para este acuerdo histórico, la pregunta se haya formulado vía decreto presidencial.3  Evidente, el Presidente de la República tiene la potestad de hacerlo así, pero no deja de sorprender la disonancia que existe entre el espíritu político de consenso y dialogo expresado en todos estos estos años de esfuerzos y dialogo y un decreto presidencial.4 Si bien el llamado a plebiscito cae en la órbita del Presidente de la República, la formulación de la pregunta--clave por lo señalado arriba--debería haberse hecho de forma más amplia e inclusiva, particularmente incorporando al campo opositor (por lo pronto aquellos que han presentado ciertos matices o prevenciones).
  2. A simple vista, la pregunta decretada hace un uso poco sistemático de las mayúsculas, herramienta lingüística para dar un sentido valorativo.  Esto ha generado confusión.  Como muestra de un botón, repasemos cómo los medios masivos de alcance nacional han replicado la pregunta oficial en estas últimas horas.  De los analizados, ninguno lo ha hecho correctamente:

·       ¿Apoya usted el Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera? (oficial)

·       ¿Apoya el acuerdo final para terminación del conflicto y construcción de una paz estable y duradera? (El Tiempo)5, (La Silla Vacia)6

·       ¿Apoya usted el acuerdo final para terminar el conflicto y construir una paz estable y duradera? (El Espectador)7,

·       ¿Apoya el Acuerdo Final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera? (Semana)8

Posiblemente el lector dirá que estos son detalles imperceptibles, pero justamente todo mi punto es que estas nimiedades son las que pueden minar un proceso político tan sensible (para tirios y troyanos).

  1. Sus ausencias: la pregunta no menciona que este es un acuerdo firmado entre el Gobierno Nacional de Colombia y las FARC.  Esto llama mucho la atención porque explícitamente se está obviando a los actores, lo que podría tener razones políticas como telón de fondo.  Para hacer una metáfora, es como que nos pregunten si estamos de acuerdo que “se” casen, pero nunca mencionando a los novios.  

En este tipo de formulaciones hay que tener un especial cuidado con el sujeto omitido ya que se presta a confusiones.  La experiencia internacional sugiere que las partes involucradas deben estar explícitamente reconocidas en la formulación de la pregunta, como ha sucedido en otras votaciones populares (ejemplos: arbitraje entre Eslovenia y Croacia, referéndum en Holanda contra los acuerdos de la Unión Europea y Ucrania).9 Por estas razones, hubiese retocado este ángulo de la siguiente forma.

Pregunta: ¿Apoya usted el Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera entre el Gobierno de Colombia y las FARC?

  1. Muchas veces no importa solo qué es lo que se pregunta, sino que también lo importante es cómo y quién hace la pregunta.  El mencionar solo un lado de la moneda, implícitamente oculta el otro lado y lo trata como una alternativa de menor calibre.  Veamos el caso del ya famoso “Brexit”.  Originalmente Cameron planteó a la Comisión Electoral británica la pregunta “Should the UK remain a member of the EU?”.  Esta formulación fue ampliamente debatida por un panel de expertos convocados por la Comisión Electoral del Reino Unido.  Estos especialistas señalaron que la pregunta sesgaba al elector británico a favor de la permanencia justamente por no mencionar explícitamente la opción de “salida”.  Consecuentemente, advirtieron que el sesgo era evidente y “recomendaron” al Premier británico reformular la pregunta de forma tal de equilibrar las opciones.  La pregunta que finalmente formuló el gobierno de Cameron a la ciudadanía británica tuvo esta arquitectura: “Should the United Kingdom remain a member of the European Union or leave the European Union?”.  De esta forma, ambas opciones quedan claras de forma evidente.  Por un lado el “remain a member” y por otro el “leave de EU”.  Basado en estas justificaciones, hubiese reformulado la pregunta de la siguiente forma.

Reformulación: ¿Apoya usted el Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera entre el Gobierno de Colombia y las FARC, sí o no?

  1. Otro problema evidente surge a raíz que el nombre propio del acuerdo contiene una carga evidentemente positiva y optimista, generando una percepción emotiva en quien la lee: “construir una paz estable y duradera.”  (¿Quién querría firmar un acuerdo para continuar una guerra y el sufrimiento!?).  Una cosa es el nombre del acuerdo, otra cosa es la aspiración que se dé, pero que nadie puede afirmar que así será.  Para minimizar, por más parcialmente que sea, este posible sesgo, hubiese sugerido entrecomillar el nombre completo del acuerdo.

Reformulación: ¿Apoya usted la firma del [“] Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera [”] entre el Gobierno de Colombia y las FARC, sí o no?

  1. Por último, debido a que el nombre del acuerdo es tan extenso y poco neutral, hubiese sugiero seguir el nombre corto del acuerdo: “Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto”.10 Desde mi humilde perspectiva, la pregunta debiese haber tenido más o menos esta forma final:

Reformulación: ¿Apoya usted la firma del “Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto” entre el Gobierno de Colombia y las FARC, sí o no?


Referencias:

1 Reilly, Shauna. 2010. Design, Meaning and Choice in Direct Democracy: The Influences of Petitioners and Voters. New York: Routledge.

2 Altman, David. 2011. Direct Democracy Worldwide. New York: Cambridge University Press.

http://www.eltiempo.com/contenido/politica/proceso-de-paz/ARCHIVO/ARCHIVO-16687078-0.pdf

4 Según Santos, "la Corte Constitucional me dio el mandato, le dio el mandato al Gobierno. El presidente tiene la facultad de redactar la pregunta que se le dé la gana", http://www.ntn24webs.info/video/juan-manuel-santos-respondio-sobre-el-voto-del-si-114572. La sentencia de la Corte Constitucional se puede encontrar aquí: http://www.corteconstitucional.gov.co/comunicados/No.%2030%20comunicado%2018%20de%20julio%20de%202016.pdf

Esta sentencia de la Corte Constitucional se basa en la Ley Estatutaria 1757 del 6 de Julio de 2015: http://wp.presidencia.gov.co/sitios/normativa/leyes/Documents/LEY%201757%20DEL%2006%20DE%20JULIO%20DE%202015.pdf

5 http://www.eltiempo.com/politica/proceso-de-paz/plebiscito-por-la-paz-pregunta-del-plebiscito-por-la-paz-en-colombia/16686937

6 http://lasillavacia.com/silla-llena/red-de-la-paz/conversacion/cree-que-la-pregunta-del-plebiscito-es-tendenciosa-57758

7 http://www.elespectador.com/noticias/paz/pregunta-el-plebiscito-no-da-lugar-ninguna-confusion-sa-articulo-651979

8 http://www.semana.com/nacion/articulo/plebiscito-de-paz-esta-es-la-pregunta-que-se-respondera-en-las-urnas/491718

9 Realizados el 6 de Junio de 2010 (en Eslovenia) y el 6 de abril de 2016 (en Holanda).

10 http://www.altocomisionadoparalapaz.gov.co/procesos-y-conversaciones/acuerdo-general/Documentos%20compartidos/Acuerdo_General_para_la_terminacion_del_conflicto.pdf

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David Altman
I am Professor of Political Science at the Pontificia Universidad Católica de Chile. My research and teaching lie in the field of comparative politics with an emphasis on democracy: its quality, its institutions, and its innovations. I am particularly interested in mechanisms of direct democracy and my current research extends my previous work on the subject [Direct Democracy Worldwide (Cambridge University Press, 2011)] by looking at the policy consequences of citizen participation through popular initiatives and referendums. In this regard, I am also involved in two other, related, research projects: Varieties of Democracy and the Millennium Nucleus for the Study of Stateness and Democracy in Latin America.