Imaginando héroes y ciudadanos: Identidades y alteridades nacionales en el Ecuador

August 17, 2018
¿A quiénes precisamente se refiere una persona cuando afirma que los ecuatorianos (o ya sea, cualquier otra nacionalidad) somos así o asá, nombrando una condición que, por un lado, compartirían los ecuatorianos y, por otro, supuestamente los diferenciarían de otras identidades nacionales? En afirmaciones de identidad nacional, se ponen en juego pertenencia y exclusión a partir de la negociación de la identidad y la alteridad, la interacción entre lo que decimos y los otros dicen qué somos y qué no somos.
Definir quiénes "somos" como ciudadanos nacionales es problemático, no solo porque siempre implica exclusión sino también porque las categorías sociales son configuraciones de poder que cambian históricamente. Por un lado, la nación ecuatoriana predominantemente se ha imaginado como mestiza, pero esta conceptualización ha posicionado a los que no son mestizos, como los afro-ecuatorianos e indígenas, como (más) marginales a la nación. Por otro lado, la categoría de mestizo, que hoy se asume como la condición normal de ser ecuatoriano, era una identificación estigmatizada hasta principios de la década de 1970. Mestizo era sinónimo de "cholo", una persona demasiado cercana a las supuestamente degradadas formas de ser de los indios. Los que no eran indígenas, por lo tanto, tendían a identificarse como blancos y no como mestizos. Aquí es necesario recalcar que blanco se refería más al status social y al capital cultural - la habilidad de desenvolverse en la cultura local dominante - que al color de la piel.
 
La nación moderna es una ficción - o como diría Benedict Anderson una "comunidad imaginada" - e imaginar la nación es la labor de concebir su naturaleza, sus fronteras, orígenes y su futuro, atribuyéndole un significado histórico. Tales esfuerzos de construcción nacional llevan a preguntar, como afirma Prasenjit Duara, "¿quién se imagina qué y cómo?" En mi investigación "Imagining Ecuadorians: Historicizing National Identity in Twentieth-Century Otavalo, Ecuador"(Latin American Research Review, Vol. 49, No. 3.), estudio dos formas rivales de imaginar la nación ecuatoriana en la mitad del siglo XX, examinando la genealogía y el propósito ideológico detrás de dos estatuas conmemorativas de la identidad nacional. La primera, en la plaza central en Otavalo, representa a Rumiñahui, el líder de la resistencia inca a la conquista española del norte de los Andes, en la década de 1530. La segunda, en la intersección de las calles Benalcázar y Olmedo en el centro de Quito, representa a Sebastián de Benalcázar, el líder castellano de esta conquista.
 
En el artículo demuestro que las estatuas son el resultado de la lucha por la hegemonía ideológica, no entre indígenas y no-indígenas, sino entre elites no-indígenas. En un contexto de debate acerca del problema del indio - la supuesta incapacidad de indio de participar en una nación aspirando a ser moderna - la elite conservadora quiteña imaginaba una nación con un origen puramente hispano; mientras que intelectuales no-indígenas otavaleños imaginaban una nación mestiza, que tomaba en cuenta en su constitución componentes tanto hispanos como indígenas. De acuerdo a los primeros, los indios no podían ser como los blancos y, por lo tanto, eran incapaces de ejercer ciudadanía; para los segundos, los indios podían participar en la ciudadanía pero cambiando algunas formas de ser, sobretodo sus desenfrenadas borracheras durante las fiestas, pero sin dejar de ser indios, sin cambiar otras costumbres que los intelectuales consideraban como positivas en el indígena otavaleño, como la vestimenta.
 
La identidad nacional es una preocupación moderna, resultado de desplazar la soberanía del rey al pueblo, relacionada con la emergencia del estado-nación como única forma legítima de pertenencia política. Por el contrario, los imperios no tenían interés en promover una sola identidad a los pueblos que habían conquistado. La legitimación del ejercicio del poder real tenía un origen divino y prevalecía la tradición como derecho - los privilegios corporativos de la nobleza, el clero, los militares y los gremios que el rey sancionaba. Por el contrario, la legitimación del ejercicio del poder republicano tiene un origen secular y se basa en el establecimiento del derecho como ley: el ideal de que todos somos iguales ante la ley. En resumen, Durante la colonia, el poder real se basa en la reproducción de la diferencia social y legal; mientras que el poder republicano se fundamenta en la aspiración a la igualdad de derechos. Si bien el estado se concibe como la realización política de un pueblo con una cultura e identidad propias, y cuyo origen se pierde en la historia; han sido los agentes del estado quienes predominante le han dado significado, desde el presente hacia el pasado, a las naciones modernas.
 
Lo importante es determinar quiénes ejercen el poder de definir la identidad nacional, y hasta qué punto llegan a imponer sus imaginaciones sobre otras imaginaciones de la nación. A mitad del siglo XX, los indígenas ecuatorianos no tenía acceso a la esfera pública, el ámbito de la vida social donde se forma la opinión pública. Sin embargo, después de las grandes movilizaciones indígenas de las décadas de 1990 y 2000, ellos, hoy en día, son participante activos en la arena política ecuatoriana. Denunciando la exclusión implícita en la imaginación de la nación como únicamente mestiza y el racismo que esta ideología conlleva, ellos lograron el reconocimiento, en el primer artículo de la constitución de 2008, de que Ecuador es un país plurinacional e intercultural, en donde coexisten identidades, culturas y experiencias históricas diversas y no solo una identidad nacional.
 
Cita al artículo en LARR: 
 
Huarcaya, S. (2014). IMAGINING ECUADORIANS: Historicizing National Identity in Twentieth-Century Otavalo, Ecuador. Latin American Research Review, 49(3), 64-84. Retrieved from http://www.jstor.org/stable/43670194
 
Imagenes:
 
Portada: Canciller del Ecuador visita comunidad kichwa Añangu en el Parque Nacional Yasuní | Flickr Cancillería Ecuador
Imagen 1: Busto de Rumiñahui, en la Plaza Bolívar en Otavalo.
Imagen 2: Estatua de Benalcázar, en la intersección de las calles Benalcázar y Olmedo, en Quito.
 
 

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SERGIO MIGUEL HUARCAYA
Holds a BA in Film and TV Production from the Universidad de Lima, a MA in Latin American Studies from the Universidad Andina Simón Bolívar, Quito, and a PhD in Anthropology and History from the University of Michigan. From 1998 to 2001, he collaborated with the Confederation of Indigenous Nationalities of Ecuador as a video producer/instructor. He has conducted ethnographic and historical research on indigenous religious conversion, cultural performance, and cultures of protest. From 2011 to 2014, he worked as post-doctoral researcher in the project "Indigeneity in the Contemporary World: Performance, Politics, Belonging," at Royal Holloway, University of London. He currently works as a researcher and assistant professor at the Universidad del Pacífico and the Universidad de Lima, in Lima, Peru. He is the author of No os Embriaguéis… Borracheras, Identidad y Conversión Evangélica en Cacha, Ecuador. He has published in Revista Andina, Latin American and Caribbean Ethnic Studies, Latin American Research Review, Comparative Studies in History and Society, and the Journal of Latin American Studies. His works in print include research on the legal immunity of the clergy during late colonial Peru, in Revista de Indias, and on contemporary indigenous mobilization in the Andes, in the edited volume The Andean World of the Routledge Worlds Series.