La Crisis de Encarcelamiento y Poder en Brasil

May 6, 2019

En Brasil, hay una crisis verdadera de encarcelamiento y de poder dentro de las instituciones carcelarias. A menudo, vemos titulares en las noticias sobre los motines y los violentos revueltos en las cárceles de Brasil en que decenas de reclusos mueren debido a estas condiciones. Por ejemplo, al principio del año 2017, 56 reclusos murieron en un enfrentamiento entre facciones criminales en una cárcel del estado de Amazonas. Solo días después, hubo otra masacre de 33 reclusos en la región de Roraima. Un año luego, 9 reclusos fueron matados y más de cien escaparon de una cárcel en la ciudad de Goiânia, resultado de un ataque por algunos reos armados a otra parte de la cárcel. Aunque no todos los motines causan muertes,  en muchos de estos casos se genera violencia entre los internos. Muchos de estos motines involucran incendios provocados y homicidios entre internos u oficiales carceleros. En dos de los casos específicos ya mencionados, algunas de las víctimas fueron decapitadas.

La frecuencia de motines carcelarios y el incremento de muertes en las cárceles nos hace pensar, ¿Por qué ocurre tanto esto? Pues, la verdad es que hay muchos factores críticos que permiten esta violencia. El primer factor es el problema grave de la sobrepoblación en las cárceles. Brasil tiene la tercera mayor población encarcelada en el mundo, después de los Estados Unidos y China. Se estima que, en Brasil, hay más que 700 mil personas encarcelados, la mayoría por delitos menores relacionados al uso o la posesión de drogas. Este número ha aumentado dramáticamente desde el principio de los años 2000, cuando el gobierno de Brasil empezó a tomar la política de ‘mano dura’ hacia el uso y el intercambio de las drogas. Con este cambio, los políticos brasileños se unieron con los de los E.E.U.U. y otros países Latinoamericanos en la Guerra Contra Drogas. Después de esto, oficiales brasileños empezaron a arrestar y encarcelar a cualquiera que tuviera una cantidad pequeña de drogas, y la población de encarcelados se incrementó. Desde el 2006 y 2014, la población encarcelada en Brasil aumentó por 400 por ciento. Pero el problema no es solo que hay muchos encarcelados—el problema es que la policía continúa arrestando a todos, sin tener en cuenta que no hay espacio suficiente en las cárceles. Las cárceles de Brasil solo tienen la capacidad de albergar menos que 400,000 internos en total. Esto significa que muchas de las cárceles tienen más que dos veces su capacidad. Además, muchos reclusos son detenidos por delitos en cárceles diseñadas para ser temporarios y que asimismo éstos no tienen los recursos necesarios para apoyar a mucha gente permanentemente.

La sobrepoblación en las cárceles, y la continuación de encarcelar a personas con delitos menores por las políticas de la Guerra Contra Drogas, es una de las raíces de la crisis de encarcelación en Brasil. Por la sobrepoblación, no hay recursos suficientes como comida, medicina, o camas para todos los reclusos. Por eso, las condiciones en las cárceles son horrorosas, a veces con más que 40 internos en celdas diseñadas para solo 10 personas. Adicionalmente, los reos no son segregados por celdas según el tipo o gravedad de su crimen. Por el contrario, los reos con delitos menores de drogas son albergados con criminales muy violentos. También, hay una desigualdad muy obvia en las condiciones en que viven los internos. Por ejemplo, los con dinero o los que son encarcelados por crímenes de corrupción son albergados en sus propias celdas y reciben servicios especiales. Por otro lado, el resto de la población encarcelada—la mayoría de que es pobre, joven y afrodescendiente—tiene que sobrevivir en condiciones miserables. Estas condiciones invocan protestas y motines por internos que piden el reconocimiento de sus derechos humanos, y a veces estas manifestaciones se vuelven muy peligrosas y mortales. Además, es claro que la sobrepoblación de las cárceles es una razón por que estas demostraciones resultan en tantas víctimas.

Otro factor que contribuye a la violencia y a los revueltos mortales en las cárceles brasileñas, es el rol que juegan las Pandillas en la estructura de poder. Aunque cada país en la región tiene Pandillas, las de Brasil tienen influencia increíble en las políticas, y especialmente en las políticas de las cárceles. De hecho, la Pandilla más poderoso del país, el Primeiro Comando da Capital (PCC) fue fundado en una cárcel en los años noventa por internos que querían protegerse y defender sus derechos humanos. Ahora, aunque es claro que las Pandillas carcelarias causan mucha violencia, también ofrecen las ventajas de protección, defensa, y estatus entre sus rehenes. En la mayoría de las cárceles brasileñas, el problema de sobrepoblación está aún empeorado por el hecho que no hay personal suficiente para controlar o proteger a tantos reclusos. Entonces, porque los funcionarios penitenciarios no tienen la capacidad de controlar la población encarcelado, se dan el poder no oficial a los líderes de los grupos criminales que tienen más influencia y poder sobre los reos. Aunque esta práctica da poder a los criminales, típicamente es lo necesario para mantener orden y minimizar violencia sobre las poblaciones de las cárceles. Debido a que los líderes criminales tienen el poder, es prácticamente necesario para los encarcelados ser parte de una pandilla para sobrevivir.

Igualmente las Pandillas tienen todo el poder dentro de las cárceles, sus actividades criminales florecen allá y su poder se extiende fuera de los muros de las cárceles, incluso el centro de su influencia y negocios están en las cárceles que ellos controlan. Entonces, a pesar de que están encarcelados, los líderes criminales todavía controlan al intercambio y la distribución de drogas, y es muy fácil obtener drogas ilegales dentro de las cárceles. Y simplemente no hay personal suficiente en las cárceles para parar esta práctica o para evitar que los internos no se involucren con actividades criminales.

Algo que demuestra el nivel de influencia que tiene las Pandillas dentro de las cárceles es que, desde 2017, ha sido la práctica oficial segregarse a los internos por facción criminal para mitigar la violencia. Muchos han criticado esta práctica porque reconoce el poder y influencia de las Pandillas en las cárceles en vez de intentar desapoderarlas. Pero a la vez se considera necesario para minimizar la violencia inevitable entre facciones rivales criminales. Como se ha visto con la historia de violencia en cárceles brasileñas, la interacción entre facciones rivales puede causar violencia horrorosa. Las Pandillas no quieren que esta política cambie porque causaría una ola de violencia en las cárceles y porque amenazaría la influencia que ya tienen en sus territorios al dentro.

Es claro que las Pandillas tienen inmenso poder e influencia en las cárceles brasileñas. El poder que tienen causa violencia a veces cuando facciones rivales chocan, pero también la influencia de las Pandillas en las cárceles es necesaria por la falta de seguridad actual. En estas cárceles, por la mayoría es un estado de guerra constante, y falta seguridad oficial por los funcionarios. Entonces, hay que unirse con una Pandilla para asegurar su propia seguridad. Estas Pandillas sí son violentas y peligrosas—pero también ofrecen un sentimiento de seguridad a los miembros que podrían ser matados sin su apoya. Antes de los políticos brasileños intentan a socavar el poder de las Pandillas, es necesario que aborden las raíces de la crisis de encarcelamiento. Lo primero que se necesita es la reforma legítima de las leyes sobre drogas que causan a tanta gente ser encarceladas cuando no hay espacio en las cárceles. Es claro que Brasil no tiene la capacidad para albergar a toda la gente que está arrestando. Entonces, la estrategia de ‘mano dura’ solo va a causar más sufrimiento a la gente. Si los políticos continúan en la misma trayectoria de encarcelar a todos sin reconocer sus derechos como internos, la violencia al dentro de las cárceles solo va a aumentar, y más internos van a morir.

 

REFERENCES

  1. N/A. (2019 Jan 8). "Brazil: Troops Deploy to Fortaleza as Violence Spikes in Coastal City". Democracy Now!. Retrieved Sunday, November 10, 2019.
  2. Gabriel Elizondo. (2014 Nov 3). "The horror of Brazil's prisons". Al Jazeera. Retrieved Sunday, November 10, 2019.
  3. N/A. (2017 Aug 31). "Crisis penitenciaria en Brasil". TeleSur TV. Retrieved Sunday, November 10, 2019.
  4. N/A. (2012 Sept 21). "Cárceles latinoamericanas, un viaje al infierno: The Economist". Animal Politico. Retrieved Sunday, November 10, 2019.
  5. Brian Saady. (2018 March 23). "The War on Drugs is Far Deadlier Than Most People Realize". Counterpunch. Retrieved Sunday, November 10, 2019.

About Author(s)

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Kristen Martinez-Gugerli
Kristen Gugerli is a senior at the University of Pittsburgh majoring in Political Science, pursuing a BPhil in International and Area Studies, minoring in Religious Studies, Spanish, and Quechua, and earning a certificate in Latin American Studies. She studied abroad in the summer of 2017 in Cusco, Peru, and then conducted research abroad in Valladolid, Mexico in the summer of 2018 through the Center for Latin American Studies' Seminar and Field Trip program. She is particularly interested in issues involving indigenous and women's human rights in Latin America, and has tried to incorporate these interests into her studies. She is currently writing her senior thesis about existing trends in the political participation of indigenous peoples in Mexico.